SIC CAMPEON

Después de seis años de sequía, el SIC se consagró campeón del Top 14 por 23º ocasión al vencer a La Plata 30-22 en una final que se vivió a pura emoción en cada minuto, con un orgulloso equipo canario que no se rindió nunca pero que se despertó tarde y lo pagó caro.
	No fue uno de los mejores arranques el de La Plata, que no pudo repetir el brillante primer tiempo de la semifinal ante Hindú. Pero el problema para el Canario no fue la falta de posesión, porque tuvo la pelota la mayor parte, sino que el principal dilema que encontró el dueño de casa fue que del otro lado estuvo nada más y nada menos que el SIC, un especialista del orden y de jugar sin la pelota, algo que lo caracterizó en 2010. Los zanjeros fueron volcando de a poco la balanza a su favor, convirtiendo en la mayoría de las veces que cruzaban mitad de cancha y haciendo un trabajo impecable para dejar sin ideas a sus rivales, que no pudieron encontrarles la vuelta ni con los forwards ni con los backs y que además no contaban con la puntería de Dimas Suffern Quirno, no del todo recuperado de la lesión que sufrió en el pleito anterior y que se vio obligado a abandonar la cancha en el segundo tiempo. Benjamín Madero, en dos ocasiones, y Esteban Durante fueron los encargados de mover el tanteador con el pie, hasta que apareció la emergente figura del Pumita Javier Ortega Desio -en su primer partido como titular en Primera-, quien recibió de Santiago Artese y enfiló derechito debajo de los postes. Después, incluso con uno menos por la amarilla de Juan Pablo González Bonorino, el SIC agrandó su figura aún más y llegó a anotar otros diez puntos por un penal de su apertura y una jugada fortuita en la que un pique favoreció a la carrera de José López Mañán, que le facilitó otra conversión a Benjamín. La continuidad del complemento tuvo bastante que ver con lo que había sucedido en el tiempo anterior. Tanto fue así que corrían sólo 2 minutos cuando los de San Isidro llegaron, una vez más, al ingoal Canario. El protagonista fue el pilar Facundo Piccinini, que culminó una gran jugada en la que también participaron Artese, Federico Serra, Marcelo Soiza y López Mañán y dejó la chapa en un 30-3 difícil de remontar. Perdido por perdido, La Plata fue a buscar achicar la diferencia y en el camino se encontró con el equipo que supo ser a lo largo de todo el año y le fue fiel al estilo que lo depositó en la final. Con el try de Mercerat, el encuentro imprimió una dinámica similar a la de un juego de seven, con un ida y vuelta constante y una emoción detrás de otra. Más aun cuando Ramos, con superioridad numérica, cruzó la línea de ingoal y la conversión de Durante dejó el trámite 30-17 a falta de 20 minutos por jugar. Una eternidad. El anfitrión intentó e intentó, golpeó la puerta y vendió cara la derrota, pero no llegó a superar la muralla que le colocó en frente la Zanja hasta el último segundo, cuando Ramos volvió a apoyar aunque demasiado tarde, ya en tiempo cumplido. El SIC fue un equipo que casi no encontró la pelota en el final, pero que defendió a muerte y utilizó la herramienta del tackle como arma principal para coronarse, después de seis años de sequía, campeón del Torneo de la URBA por 23º vez en su historia.