Merecida clasificación

	En un partidazo que tuvo acción hasta los últimos minutos, Belgrano derrotó a Newman por 40 a 34 en Benavídez y se aseguró un lugar entre los seis primeros delURBA Top 14. Tomás Cubelli fue la figura de la cancha.
	El Marrón, revelación de este 2010, buscaba entrar en  las definiciones y el Bordó no podía dejar pasar una chance de descontarle puntos a uno de los equipos de arriba para mantener vivas sus ilusiones. El primer tiempo fue casi todo de Belgrano. Sí, casi todo porque a pesar de que tuvieron el control durante los 40 minutos Newman le supo encontrar un hueco y le marcó un try de la mano de Gonzalo Gutiérrez Taboada. El resto fue todo marrón, con cuatro visitas al ingoal y sus respectivas conversiones. El primero llegó luego de un avance con los gordos, que puso del otro lado de la línea de cal  al capitán Gómez Kodela. Las otras tres conquistas iban a venir de jugadas con los tres cuartos. Guazelli, Falcón y Gastaldi apoyaron para cerrar un parcial favorable por 28-7. La visita demostró un buen nivel de juego y dejó en claro que de contra desde el fondo es peligrosísimo; sólo uso la patada en situaciones críticas. El resto de las veces puso en marcha sus buenas manos. Pero menos mal que el equipo de las vuvuzelas sacó semejante diferencia en el inicio, porque con el ímpetu que entraron los jugadores de Newman en el complemento les hubiera costado conseguir el triunfo. Los Cardenales jugaron todo aquello que no habían hecho en el primer tiempo. Llegaron al try en tres oportunidades y sobre el final se pusieron a tiro. ¡Susto para el BAC! Con sus potentes tres cuartos demostraron que son equipo a respetar, que tiene en la línea jugadores picantes y que si dormís, te marcan puntos. Eso fue lo que pasó. La visita bajó el nivel y Newman lo aprovechó. Primero sumó con el pie de su fullback de a tres, después apoyó de la mano del wing García Frugoni, el centro Taboada más tarde y, en la última llegó el Canario Gosio, que arrancó desde el fondo. Belgrano movió la chapa con dos avivadas. Primero, la presión en el ingoal de Newman de Christensen -fue a buscar un rebote y se quedó con la guinda dentro del ingoal bordó y apoyó-. La segunda, al terminar el partido: Tomás Cubelli, siempre muy despierto, saltó a sus gordos y, con palomita incluida, decretó el último try de su equipo. Putazo final y festejo de clasificación para el Marrón. Del otro lado, bronca. Uno está adentro, el otro no pudo llegar…