Belgrano vuelve a soñar

	Tarde perfecta para los de Alejandro Conti, que si bien no mostraron un gran juego, defendieron con alma y vida la arremetida de Olivos y pudieron llevarse el partido por 27-18 en el Top 14. De esta forma, siguen prendidos arriba y van por la clasificación.
	La tarde en Virrey del Pino podía marcar un antes y un después. Tras una gran racha de triunfos, Belgrano había sufrido dos caídas consecutivas -Hindú y Alumni- y necesitaba reencontrarse con el triunfo. Del otro lado, Olivos llegaba en alza y sabiendo que debía ganar para mantener sus aspiraciones de playoffs. Por este motivo, no hubo especulaciones de ningún lado y el duelo fue picante. La batalla de los forwards comenzó con el pack local dominando, aprovechando su peso y potencia, acción que le habría espacios a los backs para que rompan con facilidad la primera línea de tackle visitante. Así fue como en 17 minutos, el Marrón ya estaba 15-0 arriba por los tries de Joaquín Luchetti y Estanislao Falcón, sumados a la buena patada de Agustín López Isnardi. Los de Munro debían reaccionar y lo hicieron rápidamente. Pusieron la pelota en el campo rival y llegaron al descuento a través de Matías Boscacci y un drop de Juan Cruz Viney. Sin embargo, nuevamente el fullback local estiró la ventaja con dos penales. La paridad era total y algún error podía ser fatal. Cerca del descanso, Tomás Cubelli intentó un pase de revés, que cayó en manos de Patricio Denevi y terminó con Gastón “Oveja” Demergaso apoyando para quedar a seis puntos. En el complemento arrancaron los roces y comenzaron las amarillas de Federico Cuesta. En diferentes pasajes dejaron la cancha Arizaga, Ilher, Allianelli y Boscacci, sin embargo, ninguno de los dos equipos supo sacar diferencia. Olivos tuvo más la pelota, contó con varios lines en territorio rival, pero falló en la puntada final. De esta forma, y con una muy buena defensa, Belgrano fue asegurando su triunfo, que quedó sellado con dos penales de López Isnardi sobre la hora. Por su parte, los de Munro se quedaron con las manos vacías y sin bonus porque Viney falló en su último intento.