Cuando aún resuenan los ecos de la victoria del Marrón en el barrio Urca del cerro de Las Rosas, me llegaron las fotos que tomó la madre de una de las figuras del equipo, famosa paparazzi belgranense, que muestra, claramente, que la 16 nunca falta.
Adjunto esas fotos y le envío el resto al redactor en jefe del blog que cuenta, semana a semana, el devenir del Rugby chocolate y oro.
Grande el equipo y, más que grande, el grupo de fanáticos que lo acompañó.
Además de los que aparecen en la foto, estaban la joven fotógrafa, Agustina Rosati, la mamá del “chiquito” Julián Rebussone, el más cordobés de los Iribarren, Diego, con su hijito, que tuvo la osadía de ir al partido con la camiseta Tala, enemigo acérrimo del Club que visitábamos y que, evidentemente, salio transgresor como su abuelo Claudio, que opera con la cofia tradicional de los cirujanos, pero con los colores chocolate y oro del Club..
Por supuesto que el cuerpo técnico también se encontraba en la zona, pero deben haber hecho alguna promesa y no se mezclan con el grupo de fans, tal vez para evitar aprietes o pedidos de “colaboración” no deseados.
Tengo que destacar que fuimos recibidos por todo el Club La Tablada con amabilidad y un gran espíritu de Rugby.
Fuimos invitados, mi hijo Juan y yo, a almorzar en una lindísima parrilla, Betos, eslabón de una muy popular cadena en Córdoba y después del partido, junto a toda la delegación, a comer un riquísimo arroz con pollo.
Después de la comida, entregamos la plaqueta que había preparado el Club para la ocasión y recibimos un plaqueta de Tablada, un libro hecho en conmemoración de los 70 años que cumplieron en 2013 y el Capitán de ellos le entregó el obsequio a Panchito Cubelli.
A mi me regalaron una corbata y una agenda, que guardaré como recuerdo del lindo sábado que pasamos en La Tablada.
Todo fue muy lindo, sobre todo el muy merecido resultado, pero hay algo para destacar, el equipo viene siendo seguido por un equipo de competición de Formula1, Los Marrones de las rutas, que se han puesto como objetivo recorrer el país acompañando a los gladiadores del Marrón.
En pos de esa meta, hicieron Buenos Aires-Córdoba, Córdoba-Buenos Aires, en el mismo día, salieron 8:30 y regresaron a las 1 sin decir ni pío...Creo que llegaron más rápido que el avión que llevó al equipo a Córdoba, que tardó varias horas de las previstas.
Ahora solo resta esperar la revancha, recibirlos en Buenos Aires y mostrarle a los cordobeses amigos, como atiende el Club...
Esto tomado en todos los aspectos...
Horatius
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