El día en que se despidió a Pinky Halle, Buchi Mariani Dolan pronunció una palabras en nombre de sus amigos y creo que vale la pena compartirlas con todos y cada uno de Uds.
En nombre de sus
amigos y de los ex presidentes del Belgrano Athletic Club a quienes deseo representar,
debo decirles que este era un compromiso de honor asumido por ambos, entre
Pinky y yo hace muchos años, lamentando que hoy me toque a mí cumplirlo.
Despido a nuestro
querido Pinky, sin dejar de reconocer que es muy difícil poder expresar todo lo
vivido y disfrutado con quien fuera nuestro indiscutido Presidente, Capitán y
Leader natural de nuestra generación, eje convocante por mas de sesenta años
acompañándolo en su brillante y
reconocida trayectoria de “amistad”.-
Contar anécdotas de
este ser excepcional no alcanzarían las páginas de una enciclopedia, pero
trataré de resumir los mejores momentos que tuve el honor y placer de compartir
con él y con su querida familia.
Mis primeras y
principales vivencias, obviamente pertenecen a nuestra relación deportiva y
fundamentalmente a nuestro querido Belgrano Athletic, que fue el lugar que nos
unió y que aún sigue agrupando a miles de jóvenes que practican un deporte de
amigos, como tuvimos la suerte de
compartir toda la vida, como es el rugby.
No pudimos jugar juntos
en juveniles por diferencia de edades,
pero si en divisiones superiores donde disfrutamos por muchos años, dentro y
fuera de la cancha y también como dirigentes de subcomisiones, Comisiones Directivas y Comisiones de giras por muchos
años intercambiando cargos y decisiones
importantes, para tratar de devolverle a nuestro querido Club, todo lo que nos
había dado en nuestra juventud.
Pasamos varios años jugando
en la Inter
alternando con la Primera, hasta que en el 64 llegamos a la Tercera de Veteranos,y
lógicamente contándolo como Capitán en ese equipo campeón.
Imborrables recuerdos
a nuestra resquebrajada memoria, pero latente cuando aparece la foto en la que
sólo a él se le ocurrió organizar la fiesta del Campeonato en el Club Sueco y
de smoking, hasta altas horas de la madrugada.
Eran momentos
inolvidables, que no hacían más que reflejar la dicha y el honor de contar con
su presencia y ocurrencias a las que nos tenía acostumbrado. Siempre listo para dar una mano a todos, con su
palabra de aliento y el consejo justo para tomar una sana decisión.
Para terminar esta
semblanza de un verdadero Leader quiero reafirmar que “sólo los que tuvimos el
honor de ser sus amigos mas íntimos podemos dar fe de su carisma, su humildad,
su modestia y su reconocida generosidad que profesaba desde siempre y
personalmente, quiero expresar con gratitud, haber contado con este referente
símbolo, por su filosofía y su vocación de AMISTAD”.-
Gracias Pinky por
todo lo que nos diste y por tus hijos y tus nietos, que hoy son los nuestros, y
que ellos estén orgullosos del ejemplo de tus enseñanzas, deseando encontrar la
resignación en la palabra de Dios, y hasta muy pronto que nos volvamos a
encontrar querido amigo, en el “in goal, abajo del Pabellón”.
Buchi Mariani Dolan
No hay comentarios:
Publicar un comentario