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| Horatius |
A lo largo de los años nuestra amistad con los Cubanitos se ha afianzado y las anécdotas sobre las “aventuras” compartidas son innumerables.
Para nuestra generación nombres como, Gaviña, Goti, Dumas, Odriozola, Caferata, Blacksley, Alvarez, Fontán Balestra, Teloni, Miguens, Fernández del Casal y tantos más, forman ya parte de nuestra historia común..
Seguramente podremos buscar cosas en común, pero hay algo que destaca a los Cubanitos sobe todos y es su firme decisión, cuando de costumbres se trata.
Hay una, en particular, que los distingue y enaltece, su negativa a que las mujeres sean socias del Club. Esto que hoy parece anticuado, es una verdadera declaración, tremendamente explicita, de independencia masculina.
En nuestro caso, y aún cuando desde la Fundación del Club en 1896, manteníamos la exclusión del voto femenino, ese privilegio se perdió por gestión de un grupo de pollerudos que propiciaron su aprobación en una fatídica asamblea (la pongo en minúscula) donde quedó establecido que perdíamos nuestra condición de machos dominantes pasando a la de “hombrecitos” sometidos.
Tantos derechos ganados, el bar y el comedor solo para nosotros de martes a jueves, la prohibición de ingreso de mujeres al bar del Pabellón, etc., fueron arrojados por la borda y permitieron el avance polleril, aún cuando hoy las féminas usan más los pantalones que nosotros, dejando solo en el recuerdo aquellas épocas felices de dominio masculino...
Debemos pues, honrar a un Club con hombres con semejante fortaleza para resistir los cantos de sirena y mantener firmemente su condición de tales.
La explicación sobre el tema, pueden leer abajo los fundamentos de esta maravilla, los hace aún más grandes en nuestra consideración.
Preparémonos, este sábado, a recibir a un conjunto de Hombres, con todas las letras..
Extracto de una nota donde se describe al CLUB UNIVERSITARIO DE BUENOS AIRES como el Club macho entre los machos..
A la fecha CUBA ha admitido solamente hombres como socios activos, ya que la Comisión Directiva del Club interpreta que la palabra "socio" según consta en el Estatuto, no incluye al género femenino. Las mujeres solamente pueden ser "adherentes" o familiares, y usar las instalaciones del club siempre y cuando permanezcan adheridas a un socio.
Horatius
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