El Uruguayo a la cancha

Corría el año 1975 y por la última fecha de la primera rueda de la Zona Campeonato, debíamos ir a visitar al CASI a San Isidro el 20 de julio. Ese año no fue nada bueno para el Marrón, de hecho, terminamos octavos (últimos) en la Zona Campeonato.

Pero lo que nos interesa es el partido del 20 de julio en donde Belgrano formó de la siguiente manera: P. Stocks; Martín Olivari, Martín Lotti, C. Donovan, G. Escobar; R. Meninato, Marcelo Olivari; H. Panno, R. Cassini, M. Esteras; M. Gorrisen, A. Voltán; E. Hearne, E. Eggimann, G. Phillpots.

En el post de debuts y retiros notarán que Martín Olivari es uno de los jugadores que su único partido en Primera lo jugó contra el CASI, y precisamente el partido en cuestión fue el del 20 de julio de 1975.

Hasta esa fecha quienes jugaban habitualmente de wings eran Geromo Escobar, Oco Massera y Pascual Urdapilleta, también lo habían hecho el Alemán Muller y el Topo Beni.

Ese día el CASI nos ganó por 32 a 12, sin embargo lo particular de ese partido es la anécdota que cuenta Enrique Eggimann (hooker del BAC) y que a continuación transcribo:

“En el año 1975 enfrentamos en la segunda rueda al CASI en el Atlético. El CASI una maquina y lleno de Puma, nosotros una lagrima. Muchas lesiones y retiros, jugadores jóvenes que debutabamos. El equipo estaba formado desde el jueves, pero increíblemente, el día anterior al partido éramos 14 en el primer equipo, no quiero imaginar la inter. El gordo Tinker (capitán) se cruza con Martin Olivari en el pabellón y le ofrece jugar en la primera contra el CASI de wing.??? El URUGUAYO estaba viviendo en el campo y su último partido, y por lo tanto entrenamientos y contacto con la ovalada, habían sido en la Gira a Europa en marzo de 1973. No dudó en aceptar y conseguir ropa para el otro día. En el primer tiempo se come un rodillazo en la cabeza del caña Varela que lo deja grogui, algo que nunca nos comentó. En el segundo tiempo robamos un fijo en la mitad de cancha, el Lobo Olivari arranca y busca el ciego, se encuentra con su hermano Martín a quien le entrega la guinda y este corre 40 metros haciendo cambios de pasos, dejando a varios Pumas en el camino y se lanza de palomita en el in-goal de la pileta. Un partido, una sola pelota recibida, un try, 100 % de efectividad.

Se volvió al campo”