No hay duda alguna que la versión 2017 del Marrón se encuentra a kilómetros de distancia del equipo campeón del año pasado. Aún no se ha visto una de las armas fundamentales que dieron sustento a la gran campaña 2016, la defensa asfixiante dura y áspera que convertía a Belgrano en un equipo insoportable para bancar los 80 minutos, era a partir de esa defensa que el Marón doblegaba la voluntad, el físico y el juego de los rivales. Por otra parte el scrum tampoco se encuentra tan aceitado y la cabeza parecería estar relajada luego del gran logro del año pasado. Sin embargo es claro que Belgrano cuenta con un enorme material para revertir esta tendencia, que hasta el momento nos coloca en una situación más que complicada para clasificar a los play offs del NDC.
Seguramente habrá que volver a poner el foco en aquellas cuestiones que convirtieron al Marrón en un equipo temible y ajustar las tuercas para que el inicio del Top 14 no nos encuentre en desventaja en un torneo que promete ser extremadamente parejo y duro.
Por ahora quedan dos partidos del NDC (ambos de visitantes), Old Resian y Huirapuca y Belgrano tendrá que cambiar el chip e ir en busca de dos victorias y esperar que los tucumanos trastabillen en Bella Vista para poder jugar todas nuestras fichas con Huirapuca en el Jardín de la República.
Magaña
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