Si bien sufrió hasta el final, el Marrón venció con lo justo
a La Plata por 29 a 28, de a poco intenta recuperar su juego y sigue con la
casa en orden: tres jugados y tres ganados como local. El Amarillo todavía no
puede volver a brillar y se opaca en el fondo.
La media inglesa, podría decirse. Porque, en su cancha con
cierto corte de ascendencia británica, Belgrano cumple y dignifica: tres
jugados, tres ganados. Al menos, para intentar recuperar parte de su juego y la
plena confianza, vale y mucho. La víctima fue ahora un La Plata cada vez más
pobre.
El Amarillo se sumó a San Luis y a Atlético del Rosario, las
otras víctimas del Marrón en Virrey del Pino 3456. Todas tuvieron un
denominador común: sufridas, trabajadas y aguantando hasta el final. En esta
oportunidad, Nico Griffiths apoyó para la visita en la última, pero no le
alcanzó: quinta derrota en seis juegos.
Pegó fuerte el dueño de casa en el primer tiempo, con los
tries de Bugiani y Rebussone, claves para contrarrestar las patadas del pibe
Sica, el buen fullback rival que oficia como reemplazante de Pepu Mercerat en
el rubro. Pese a la indisciplina (amonestados Venter y Migale), Belgrano bancó
la parada y se fue al descanso por la mínima (22-21).
El Canario contó con un Martín Fontán inspirado, sin dudas
uno de sus mejores y más regulares jugadores en estas recientes temporadas. No
obstante, se desconcentró en defensa y no aprovechó la superioridad numérica.
Encima, de arranque en el complemento, no logró soportar el embate de su
adversario y sucumbió con un try-penal.
El ganador estiró diferencias en un momento vital del
partido, porque enseguida sufrió la expulsión de Tomás Arizaga por una acción
violenta. A partir de ahí, hubo que abocarse a defender y a cuidar la
distancia. Por suerte, no evidenció demasiados sobresaltos porque a los
platenses prácticamente no se les cayó una idea.
Victoria merecida para el Marrón, que sueña con levantar su
rendimiento mientras se prepara para una doble batalla contra Hindú, primero
por el Top 12 -la próxima fecha-, y luego en una semifinal a fondo por el
Nacional. Hablando de tocar fondo, su vencido todavía no logra brillar y se ve
cada vez más opacado.
Por: Pablo Pombo
www.aplenorugby.com.ar
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